jueves, 3 de noviembre de 2011

14. Perro.

¡El perro se alegró!
Estaba ahí, a un lado de la carretera
no fue fácil verlo la segunda vez,
él andaba en sus asuntos,
y yo... pues, la primera vez andaba en los míos.

Las oportunidades tienen cara de perros.
Por un momento recordé que también soy un animal
y olvidé que lastimosamente
a veces soy muy humano.

Ya quisieran los dioses sentir la alegría
que sentí al ver tu cola batiéndose apenas
con la poca energía que tenías.
Ya quisiera yo sentir algún día
la alegría que sentiste en ese momento,
y compartirla con aquellos que te ignoraron.

Gracias por no agradecerme,
no directamente.
Ahora tres sabemos el secreto.

lunes, 31 de octubre de 2011

13. Circo.

¡Vaya circo!
Payasos, ilusionistas, malabaristas
tiquetes, publicidad, y más payasos
vaya circo...

Te juzgan, te aplastan,
te alientan,
y te aplauden.
Pero no tienen idea de lo que haces,
ni cómo lo haces.
Para ellos sólo es reír,
sólo es salir a la calle y mirar hacia el piso,
y olvidarse que existes.
Olvidar que son más que sombras,
más que señaladores,
más que una silla ocupada,
o una rata aplastada en la carretera.

Todo lo limpia la lluvia,
pero necesita tiempo.

Luego,
cuando ya nadie cree en ti,
y tus suspiros sólo los escucha una lluvia fría,
y celosa,
y el aliento del día de mañana se asoma,
y te mira,
y recuerdas cada voluntad muerta,
y escuchas cada gota caer,
los charcos, los truenos,
y sientes la brisa fría,
más cálida que las risas frías...
...luego, dejas de ser

Y tu sombra se confunde,
o se une a la de aquel señalador,
a la de aquel enmascarado de la primera fila,
que te observa tratando de descubrir el secreto.
Tu ilusión.

¡No!, no es casualidad que cada gota caiga por separado,
no es locura de los perros ladrarle a la lluvia que cae sobre el techo,
a los truenos,
y a los desconocidos que invitas a tu hogar,
cuando te distraes viendo a los harapientos
y olvidas la ropa que tenías el día anterior.

Descubrir que no existe el bien y el mal,
es descubrir el truco mejor guardado del circo.

sábado, 29 de octubre de 2011

a3. Hay días...

12.3. Tríptico (Tiempo).

¡Y no! no sé quién soy,
ni yo confío en mi,
no tengo muchas cosas que quiero hacer,
ese listado lo cuento con una mano,
igual que a mis amigos.

Son pocas las personas que han logrado ver una ínfima parte de mí,
con las que sé que puedo contar,
y que saben que siempre voy a estar para ellas.
La verdad es que el resto del mundo me importa un carajo.

Siento que mi locura es lo único que me mantiene cuerdo,
y que el tiempo es inoportuno.
Creo que perseguir las olas en el mar es un deporte extremo,
y que los verdaderos animales nunca se quitan la vida.
Tengo mala memoria, pero recuerdo tu nombre, tu voz, tu rostro
y cada sensación que provocaste en mí.

No creo en brujas, magos, hechizos, calderos humeantes
ni mucho menos en genios que salen de lámparas.
Dudo, y soy claro, ¡dudo!
que exista un ser superior que quiere ser adorado todo el tiempo,
que mata a su creación cada que se le da la gana,
y que convenientemente, no ha dado la cara en los últimos años.
Pero igualmente no creo en políticos
¡Y lo mucho que me joden!

Me gustan las canciones en inglés, así no las entienda.
¿Quien dijo que la música tiene idioma?
¿Quien dijo se canta en español?
¿En qué idioma cantan los pájaros, las ballenas... y los gatos en el techo?
¿En qué idioma cantan las parejas al tener un orgasmo?
¿En qué idioma cantan los autos en el trancón de las 6?
¿En qué idioma habla tu cuerpo?

Está bien, no sé quién soy.

viernes, 28 de octubre de 2011

12.2. Tríptico (Reflejo).

No, no tengo dinero,
no soy un personaje importante,
ni pertenezco a la "élite" de la sociedad,
tampoco soy el hijo perdido de algún millonario.

Mucho menos soy ese del que todos se acuerdan en las fiestas,
o que siempre tiene un chiste para todo.
No soy ese "intelectual" que opina sobre todos los temas,
ni el bailarín típico de mi ciudad.
Tampoco me gusta dar consejos,
ni saber sobre los problemas de las personas.

No doy monedas a las personas en las calles,
a decir verdad ignoro a los que piden.
No pretendo irme a un paraíso después que muera,
ni mucho menos sacrificar mi libertad por dinero.
Tampoco me salto la fila en el banco,
ni pretendo que las personas confíen en mí.

Tengo un gato, dos perros,
cuatro tortugas que son de mi abuela,
y una que otra garrapata y pulga,
pero no me gustan las aves como mascotas
y tampoco los peces en acuarios.

No pretendo cambiar el mundo.
Aunque muchas veces no lo entiendo, en el fondo tampoco quiero hacerlo.
No quiero que nadie me siga, no es ese mi objetivo,
yo ando lo suficientemente perdido
y no creo ser buen ejemplo ni para mí.

No me importa si escribo bien o mal,
me basta con esforzarme por tener una buena ortografía.
Si escribo bien o mal, no es lo que me quita el sueño,
hasta ahora lo único que me ha quitado el sueño en toda mi vida
ha sido el recuerdo de una mujer,
y la música del vecino que celebra su cumpleaños un miércoles hasta la madrugada.

Si escribo bien o no, no me importa
al final escribo sólo para mí,
para leerme en unos años y reconocerme
porque en los espejos no puedo verme.

jueves, 27 de octubre de 2011

12.1. Tríptico (Verdades).

Está bien,
no sé quien soy,
pero cuando estoy cerca de ti
es cuando más cerca de mí estoy.

Hay cosas en mi pasado de las que no me siento orgulloso,
en mi presente también,
y te aseguro que en mi futuro no faltarán.
Aun así, son cosas que me hacen ser quien soy,
el hecho de no sentirme orgulloso de ellas, habla por sí mismo.
He aprendido, he caído, y vuelto a caer,
pero sobre todo volveré a caer y seguiré aprendiendo.
No soy el mismo que fui antes de caer.

Levantándome te encontré,
así que no me arrepiento de haber caído tantas veces.
Y volvería a caer mil veces más
si así vuelvo a encontrarte.

miércoles, 26 de octubre de 2011

11. Celos.

"La capital te atrapó, te embriagó
en el triste ritual del olvido"
Gotan Project.


¿Actuar,
o seguir mis principios?
Cada ser humano es libre,
elige sus propios errores,
escoge qué café tomar,
y no controla las lagrimas que saldrán,
una vez eligió llorar.

Libre para olvidar,
libre para escapar,
penosamente libre para responder,
tristemente libre para olvidar recordar.

Música de mil días.
¿Qué será de esta existencia en mil días?
Ilusiones que se deshacen,
como las nubes que se hacen lluvia,
o como un simple golpe que se hace dolor.

Aquí me detengo,
aquí encuentro que esto que hago no tiene sentido,
y que detenerme tampoco lo tiene,
y que avanzar con tan poco es inútil.
Retroceder es seguir avanzando.

Qué bueno que camino con los pies,
que no se detienen hasta llegar,
o hasta perderse, y seguir
hasta retornar
y sentirse perdido.

Perdido en el reconocer,
en el recuerdo.
Perdido en las palabras de la memoria
y en lo que puede significar el sonido del río.
En fin, perdido.

Perdido en la certeza de ser y estar.

martes, 25 de octubre de 2011

10. Línea 23.

Un suspiro,
una lagrima,
un grito,
y de nuevo gritas,
sin entender bien si quieres dejar salir,
o dejar entrar a ese ser
que sabes que se esconde en ti.

Camino estando sentado en este lugar.
Veo lugares en los que quisiera estar,
gente con la que quisiera hablar,
flores para oler.
Y yo, sin saber bien qué es lo que busco,
o por qué escribo en lugar de ir donde quiero ir.

Si te alimentas y lloras te haces daño.
Contén las lagrimas tan sólo un minuto,
mientras se pasa la satisfacción de alimentarte,
alimentarte con sueños,
luego qué más da, ¡llora!

¿Qué carajos estoy haciendo?
¿En quien pienso?
¿Crees que me entiendes?
No seas imbécil, ¡ni yo lo hago!

De nuevo lo diré, aunque no lo has escuchado antes:
¡A la mierda contigo!
Y no, no es a ti a quien le hablo,
de ser así la línea 23 no tendría sentido.

lunes, 24 de octubre de 2011

9. Caminando te encontré.

Sigo sin conocer una sola cosa sobre ti
aun así sé que eres tú.
Te encontré, y aunque no te busqué aun te espero
aún tú no me esperas, aún no me has encontrado
por eso, yo solo espero.

¿Cuánto tiempo más sin saber de ti?
Hoy sólo pasaste, solo te vi, solo te escuché
y mi mundo se estremeció, todo tembló.
Por un segundo me lancé a un precipicio,
en el que mi ser me esperaba abajo,
y mi voluntad trataba de detenerme.
Sólo un segundo, pero mujer, ese segundo fue tuyo.

Caminando te encontré, cuando salí a buscarme
cuando salí...
Salir, ir, venir, llegar,
en realidad sólo caminar.
Caminando a través de mí te vi.
Camino caminando, o rodando, o volando,
solo camino el camino, sólo camino el camino
el camino que sólo existe al caminarlo.

Volveré a verte.

jueves, 20 de octubre de 2011

7. Silencio.

Sí, de la felicidad a la tristeza sólo hay un paso
o quizás no, tal vez hay menos que eso.
Un verbo, o su ausencia,
una mirada, o su ausencia,
una ausencia, o su ausencia
o lo que es común, un mal entendido.

La confianza sólo se tiene una vez
y te la ganas por hacer, o no hacer
una vez que la pierdes
haciendo, o no haciendo
no la vuelves a tener
no haciendo, o haciendo.

Si no vas a mejorar el silencio
por favor calla.
¿Por qué se suele pensar que el silencio hace daño?
¿Que la soledad no es buena?
¿Y que hay que temerle a la oscuridad?
Si estoy solo, es porque quiero la compañía de la soledad
si estoy en la oscuridad, es porque desde ahí veo mejor el brillo de las estrellas
y si estoy en silencio, es porque estoy escuchando
por favor, calla
no es a ti a quien quiero escuchar.

Al doblar la esquina veo la danza que adorna mis noches
brisa fría y fuerte arrastrando las almas perdidas pero con rumbo fijo.
+Una botella por favor
-no señor, lata
+sabe a mierda... dame una
-no tengo cambio
+ahora sé por qué no vendes botellas

-quiero un “raspado”
+ahora que pase el otro

Y sí, de la tristeza a la felicidad también hay un paso
o tal vez un malentendido.

miércoles, 19 de octubre de 2011

6. Caminante.

A veces no sé si leer o escribir
de cualquier forma da igual
al final no quisiera hacer ninguna de las dos.

Hoy, me desnudaré y saldré a caminar
dejaré mi cordura en la casa,
mis pre-juicios,
y solo caminaré desnudo.

Me olvidaré del olvido
solo recordaré lo que debo olvidar, antes de salir.
Cuando esté afuera sólo seré yo con las manos vacías.
Sólo seré solo, sin pensar en el futuro,
más aun, sin pensar en el pasado,
sin pensar en el presente.

Dejaré mis sueños por un momento
me olvidaré de mi.
No sabré reconocerme, lo sé
pero, ¿qué diferencia hay entre eso y lo que tengo ahora?

Sólo hay algo de lo que no puedo olvidarme
y que te confieso, es lo que salgo a buscar.
Pero no puedo confesarte qué es
porque aunque no lo puedo olvidar, tampoco puedo recordarlo.
Al caminar me alejaré y me acercaré a lo que busco.

Recordando que no hay camino,
ni se hace camino al andar.
El camino eres tú, esperando por ti.

martes, 18 de octubre de 2011

5. Vacío.

Digamos que en este punto,
punto estable y al borde del abismo,
la sensación de vértigo es simultanea a la de vacío.
Y ese vacío lamentablemente se está llenando.
Llenando con los jodidos problemas de lo cotidiano,
y también con lo cotidiano.

No me tiembla el pulso al decir
que esto que siento
no es el vacío que me ha acompañado hasta hace poco.
Esa sensación la conozco.
Antes bien, diría que es indigestión.

Sólo quisiera cerrar los ojos.
¡Y no para hacerme el ciego!
Sino para lanzarme al abismo
y recuperar la sensación de vacío
que hace parte de mi.

viernes, 14 de octubre de 2011

4. Donde.

Tristeza mezclada con lujuria.
Sé que puede parecer raro,
pero ¿qué se puede esperar de los sentimientos?

¿Dónde habitan los recuerdos?
¿Dónde bailan las ilusiones?
Donde te recuerdo, no estás.
Donde estás, no te recuerdo.

En algún punto,
alguna coordenada espacio-temporal-sensorial y algo malparida, vuelvo a recordarte.
Y pienso en lo tonto que es pensar,
y en lo cruel que es creer que existes y no poder confirmarlo.

¿Dónde bailas?
¿Dónde saltas?
¿Dónde respiras?
¿Dónde fluyes?
¿Dónde existes?

Al confirmar tu existencia dejarás de existir.

jueves, 13 de octubre de 2011

3. Cuando.

Es en ese preciso momento en que nuestra alma se encuentra con ella misma que no entendemos lo que vemos.

Es cuando nos logramos encontrar con nosotros cuando no podemos describir lo que está en frente nuestro.

Y es ahí cuando el ser deja su naturaleza a un lado para reconocerse siendo.

Cuando "ser" deja de importarnos, y sólo nos negamos a cualquier imaginario de existencia.

Cuando un gato maúlla a las 3 de la madrugada, otro intenta acercársele y caen rodando los dos sobre tu techo, y tú sin ninguna otra cosa que hacer a esa hora, despierto antes que el despertador, sólo piensas si alguno de los dos es tu gato.

Cuando tu intimidad deja de ser, para perderse en la invasión controlada, pero sin dueña, de mil oídos, mil ojos, mil labios, y ni un solo sentir capaz de sentir.

Cuando esperas y esperas, y esperas, pero al final... esperas.

Cuando te cansas de esperar, y en un suspiro de valentía, rebeldía, y deslealtad... sigues esperando.

Cuando lo más difícil que puedes hacer es lo que estás haciendo, pero aun no es todo.

Lo único que puedes hacer es ser.

miércoles, 12 de octubre de 2011

2. He comprendido.

He comenzado a comprender que la importancia de la vida consiste...
...consiste en...

(Comienzo de nuevo)

He comenzado a comprender que no importa la importancia de la vida, y que no consiste más...
...no consiste más que en...

(Vuelvo a comenzar)

He comenzado a comprender que lo que no tiene importancia,
lo que no tiene sentido,
realmente es...

Realmente es este escrito.
Y que al final no consiste más que,
o consiste en,
que como a esta hora
de lunes a viernes
y uno que otro sábado, domingo y festivo
me robas el aliento,
o mejor,
me das aliento,
al brindarme, sin saberlo, tu presencia.

martes, 11 de octubre de 2011

1. Si algo pudiera definirte. (Preludio).

No es lo que puedes hacer lo que te define,
tampoco lo que has dejado de hacer,
mucho menos lo que harás.

Si acaso algo puede llegar a definirte,
es lo que piensas al mirar la luz de la luna.
Lo que ves en cada gota de lluvia que cae, en el rocío que parece subir,
y en cada una de las letras y números de la placa de un auto;
lo que piensas al ver una mosca sobre tu comida,
y las manecillas de un reloj girando sin parar... al escuchar su tic-tac.

Si algo puede definirte,
es tu forma de caminar bajo la lluvia, cómo sientes cada gota caer sobre ti;
tu sonrisa cuando caminas por la calle y tropiezas con el insulto de alguien que no conoces;
la manera en que disfrutas de una vela encendida cuando no hay electricidad.
Tu manera de escuchar lo que no te dicen.

Si algo pudiera definirte,
sería esa música que te mueve de manera inconsciente;
lo que piensas al escuchar los gatos pelear sobre el techo de tu casa en la madrugada.
Tu canal de televisión favorito,
la cantidad de veces que visitas un sitio web porno, y si ya tienes un registro en él.

Si algo puede llegar a definirte,
es la manera en que saboreas cada libro que lees;
lo mucho que te importa que te vean riendo solo por la calle.
El estilo propio y maravilloso que tienes para llorar;
el dolor que te causa la muerte de una cucaracha,
lo que disfrutas cantar en el baño.

Si algo pudiera definirte,
sería el gusto de disfrutar cada llamada equivocada a tu teléfono.
Cómo sientes el olor de la hierba húmeda tras la lluvia;
el olor de la pintura fresca sobre las casas, en navidad;
las gotas de agua que caen sobre ti, arrojadas por un borracho, en carnaval; lo que ves en la mirada de un niño, de una mujer, de un hombre, de un anciano, y hasta de un perro; tu manera de ver como cae una pequeña partícula de polvo, atravesando el haz de luz que pasa por tu ventana; lo que piensas cuando te das cuenta que llegarás tarde, o cuando vas muy temprano.

Finalmente, si hay algo que puede definirte,
es lo que piensas de esto que has leído.

Libertad.


Este espacio, que nació hace ya algunas canciones, se levanta hoy de nuevo. El tiempo sin embargo no ha pasado para él, sino sólo para quienes así lo han considerado. Se levanta de nuevo hoy, susurrando al aire "libertad"; retomando el camino, volando con los ojos cerrados, sin alas y muriendo.